Efectos de la post-cosecha

Ocurren perdidas en cantidad y calidad de los alimentos entre la cosecha y el consumo. Se estima que en países en desarrollo la pérdida es del 20 al 50%.

Los tejidos de las frutas, vegetales y ornamentales están sujetos a cambios después de la cosecha. Algunos de los cambios son deseables, pero la mayoría de los cambios no son deseables para el consumidor final. Y aunque no se pueden detener estos cambios por completo, si se pueden alentar hasta cierto punto.

Algunos de los cambios que deterioran el producto son: respiración, producción de etileno, maduración, transpiración y pérdida de agua, descomposición y daños físicos.
Todos estos daños causan la deterioración del producto, resultando en pérdidas cuantitativas, en textura, cualidad nutricional, sabor y apariencia.

Los factores que influyen en la deterioración del producto y que pueden ser controlados son:

1. Temperatura: es el factor más importante. Cada 10ºC de incremento duplica o triplica la velocidad de deterioración.
2. Humedad relativa: influye en la pérdida de agua del producto.
3. Composición atmosférica: reducir el oxigeno  e introducir gases como dióxido de carbono, monóxido de carbono y nitrógeno alenta la descomposición del producto.
4. Etileno: los efectos de este gas pueden ser benéficos para la maduración de algunos vegetales.
5. Luz: la exposición de luz a cultivos como la papa causa la formación de clorofila y/o solanina (toxico para los humanos).
6. La aplicación de otros químicos (como fungicidas o reguladores de crecimiento) pueden ser aplicados para alentar la deterioración en post-cosecha.

Es importante que conozca las condiciones de almacenamiento de post-cosecha de sus productos. Mientras que algunos productos se benefician en un ambiente, otros pueden sufrir daños irreparables.
Por ello, conocer y controlar las necesidades de sus cultivos después de su cosecha puede ayudarle a conservar y mejorar la calidad de su producto.